La diatermia es una técnica terapéutica que utiliza corriente eléctrica o ondas electromagnéticas de alta y baja frecuencia para generar calor tanto en los tejidos superficiales como en los profundos. Este calor ayuda a mejorar la circulación, aliviar el dolor, y acelerar la regeneración de los tejidos, siendo especialmente útil en el tratamiento de lesiones musculoesqueléticas.
¿Cómo se realiza el tratamiento?
La diatermia se aplica utilizando un dispositivo que emite ondas electromagnéticas o corrientes que penetran en los tejidos del cuerpo. Estas ondas pueden ser de alta o baja frecuencia:
· Capacitiva: utiliza un electrodo que se coloca sobre la piel para tratar tejidos superficiales como los músculos, tendones, ligamentos y articulaciones cercanos a la piel.
· Resistiva: utiliza un electrodo que trabaja más profundamente, enfocándose en tejidos más densos como los huesos y también en músculos, ligamentos, tendones y articulaciones profundas.
El calor generado mejora el drenaje linfático, permitiendo la eliminación de toxinas, mejora el flujo sanguíneo y la oxigenación de los tejidos, facilitando su reparación y recuperación de manera más rápida y eficaz
¿Qué se siente durante el tratamiento?
El paciente suele sentir una sensación de calor profundo en la zona tratada, pero de manera controlada y agradable. El tratamiento es totalmente soportable, ya que la intensidad de la energía se ajusta para garantizar la comodidad del paciente durante toda la sesión.
¿Para quién está indicado este tratamiento?
La diatermia es adecuada para personas con roturas musculares, contracturas, sobrecargas, esguinces, tendinopatías, edemas óseos, entre otras lesiones musculoesqueléticas. También es útil para aliviar el dolor crónico y mejorar la recuperación postoperatoria en pacientes que han sufrido intervenciones quirúrgicas.
Beneficios
- Mejora de la circulación: El calor profundo generado incrementa el flujo sanguíneo, facilitando la oxigenación y el aporte de nutrientes a los tejidos.
- Reducción del dolor: El calor tiene un efecto analgésico que ayuda a disminuir el dolor en las zonas tratadas.
- Reducción de la inflamación: Ayuda a disminuir la hinchazón y el edema gracias a la mejora del drenaje linfático.
- Aceleración de la regeneración tisular: Estimula el proceso de curación y regeneración de tejidos blandos como músculos, tendones y ligamentos.
- Desintoxicación: El mejor flujo linfático ayuda a eliminar toxinas del área tratada.
- Rápida recuperación: Es ideal para el tratamiento de lesiones crónicas y para acelerar la recuperación tras intervenciones quirúrgicas.
- Pocos efectos secundarios: Generalmente, el tratamiento es bien tolerado y no presenta efectos secundarios significativos. En algunos casos, puede producirse un leve enrojecimiento de la piel en la zona tratada, que desaparece rápidamente.