¿Cómo se realiza el tratamiento?
Las microcorrientes se aplican mediante electrodos colocados en las agujas que están insertadas en la zona dañada. A diferencia de otras corrientes eléctricas, las microcorrientes imitan las señales eléctricas naturales del cuerpo, lo que las hace especialmente útiles para mejorar el metabolismo celular y la regeneración de los tejidos dañados. No producen contracción muscular visible, sino que trabajan a nivel celular, estimulando la producción de energía (ATP) y mejorando el flujo de nutrientes en la zona tratada.
¿Qué se siente durante el tratamiento?
El tratamiento con microcorrientes es generalmente indoloro. Dado que las corrientes utilizadas son de muy baja intensidad, la mayoría de los pacientes no experimentan sensaciones significativas. En algunos casos, puede haber una sensación de hormigueo muy leve o una pequeña calidez en el área tratada.
¿Para quién está indicado este tratamiento?
Beneficios
- Aceleración de la reparación celular: Aumentan la producción de ATP, lo que favorece la regeneración de los tejidos.
- Reducción del dolor: Ayuda a reducir la percepción del dolor sin causar contracciones musculares.
- Mejora de la circulación local: Aumenta el flujo de nutrientes y oxígeno a la zona tratada, acelerando la curación.
- Excelente combinación con la corriente galvánica: Las microcorrientes suelen aplicarse después de la corriente galvánica, complementando sus efectos y potenciando la regeneración de tejidos.
- Presenta pocos efectos secundarios: Generalmente no produce efectos adversos, pero en algunos casos puede haber un ligero enrojecimiento temporal de la piel.